Blancanieves no es solo un cuento para niños

Dayron González De Armas Óleo/Lienzo 35×45 cm

Blancanieves es un cuento de hadas mundialmente conocido de los hermanos Grimm, Jacob Grimm y Wilhelm Grimm, fueron eruditos, filólogos, investigadores culturales, lexicógrafos y escritores alemanes que coleccionaron y publicaron juntos folclore y libros durante el siglo XIX. Están entre los primeros y más conocidos coleccionistas de cuentos porque popularizaron relatos orales tradicionales como La Cenicienta, La príncipe rana, La pastora de ocas, Hansel y Gretel, Rapunzel, La bella durmiente y Blancanieves. Su colección clásica de cuentos de hadas, Cuentos de la infancia y del hogar, se publicó por primera vez en dos volúmenes en 1812 y 1815.

Blancanieves tiene elementos como el espejo mágico que habla con la malvada madrastra y bruja de Blancanieves y los siete enanitos. Blancanieves, no es un cuento solo para niños, tiene una interesantísima moraleja para los adultos:

La madrastra, representa al mundo, con sus constantes dificultades y maldad imperante que pretende adueñarse de nuestra atención.

Blancanieves, representa al hombre que debe escapar de la malvada reina y así empezar el proceso que le permitirá encontrarse consigo mismo, llegando a identificar y reconocer a los “siete pecados capitales”, que son aquellos a los cuales nuestra personalidad humana está inclinada; Estos están simbolizados por los siete enanitos:

Sabio, representa a la soberbia, el deseo de recibir altos honores y gloria, creerse superior a los demás.

Mocoso, representa la avaricia, el deseo desmedido de acaparar las riquezas materiales sin importar el daño causado al prójimo.

Mudito, representa la lujuria, el apetito sexual que nos convierte en esclavos y tontos.

Gruñón, representa la ira, que genera la dificultad para aceptar contrariedades o vivir en permanente descontento y odio hacia los demás.

Feliz, representa la gula ante la comida y la bebida. La templanza es lo que permite la moderación en el comer y beber.

Tímido, representa la envidia, el vivir resentido por las cualidades, bienes o logros de los demás.

Dormilón, representa pereza, el desgano por obrar en el trabajo o por responder a los bienes espirituales y hacer el bien a los demás.

 Y no podemos olvidar al príncipe, quien le da un beso a Blancanieves y le devuelve la vida. Representa el amor más puro, incondicional y real, aquel que debemos tener con nosotros mismos.

Los cuentos infantiles no son tan inocentes, en realidad, son muy pocos los que no guardan profundas verdades Quizás ahora amigo lector lea los cuentos infantiles, no sólo para provecho de los pequeños, sino para el suyo propio.

Dayron González De Armas Óleo/Lienzo 35×45 cm