Hablamos con Ana Andreu Baquero

Ana Andreu Baquero nació y creció en Albacete. Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Murcia y en Traducción e Interpretación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Además del castellano, su lengua materna, habla inglés, italiano, alemán y catalán. Durante años se ha dedicado a la enseñanza y a la traducción editorial. Como escritora, en 2010 publicó el libro de anécdotas y curiosidades literarias Lo que Robinson Crusoe le contó a Lolita. Su debut en la novela histórica llegó con La princesa de Buchenwald. Actualmente reside en Barcelona, aunque a lo largo de su vida ha pasado largas temporadas en Gran Bretaña, Alemania e Italia.

Hola, Ana, bienvenida al Gato Negro. Antes de comenzar queremos agradecerte que nos conceda esta entrevista.

Ana, eres licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Murcia y en Traducción e interpretación por la Universidad Autónoma de Barcelona. En 2010 publicaste el libro de anécdotas y curiosidades literarias Lo que Robinson Crusoe le contó a Lolita. Tu debut en la novela histórica llegó con La princesa de Buchenwald, pero ¿quién es Ana? ¿qué nos puedes contar de ti?

En líneas generales, se podría decir que soy una gran apasionada de la lectura y de las múltiples formas de narrar historias que ha desarrollado el ser humano a lo largo de los años, como el cine, las series y, en menor medida, los comics; y, al mismo tiempo, una humilde aficionada a la Historia con mayúscula. De hecho, desde muy niña, tanto mis aficiones como mi educación y, posteriormente, mi profesión, han girado alrededor de los libros y de todo lo que tiene que ver con la comunicación, tanto oral como escrita, y más en concreto, con los idiomas.

La princesa de Buchenwald es tu último libro, ¿qué nos puedes contar de él?

Se trata de una historia apasionante, basada en la vida de un personaje real y muy poco conocido, la princesa italiana Mafalda de Saboya, que se codeó con personajes muy relevantes del fascismo y del nazismo y que tuvo que enfrentarse a situaciones muy complicadas que la llevaron a un trágico final.

Soy una gran apasionada de la lectura y de las múltiples formas de narrar historias que ha desarrollado el ser humano a lo largo de los años

¿Qué te llevo a escribirlo?

Todo surgió de manera casual, mientras veía un documental sobre la segunda guerra mundial, producido por la Rai, en el que se aludía muy brevemente a la muerte de la hija del rey Victor Manuel III en un campo de concentración. Era un hecho que desconocía por completo y que me llamó tanto la atención que empecé a indagar por pura curiosidad, buscando todo tipo de información al respecto. A raíz de aquello, descubrí una historia tan fascinante, que decidí que merecía ser contada.

¿Qué se va a encontrar el lector?

Me alegra que me hagas esa pregunta porque, a diferencia de lo que muchos puedan pensar, no se trata de un libro, como otros tantos, ambientado casi exclusivamente en un campo de concentración, sino que me gustaría que los lectores se acercaran a él como el que se adentra en una novela histórica propiamente dicha. De hecho, una buena parte se centra en una serie de acontecimientos históricos como el ascenso del nazismo, el estallido de la segunda guerra mundial o el papel de Italia en el conflicto, que Mafalda vivió en primera persona y cuyos entresijos mucha gente desconoce.

¿Cuál fue el primer libro cuya lectura te impactó? ¿Por qué?

No sabría decirte, creo que, si hablamos de «impacto» quizás, Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Lo leí siendo una adolescente, por recomendación de una amiga, y por aquel entonces ya había leído mucho. Sin embargo, recuerdo que fue la primera vez que me di cuenta de las múltiples posibilidades que ofrece la literatura. Hasta aquel momento siempre había leído novelas con una estructura bastante lineal y, de pronto, descubrí algo totalmente inesperado. que incluso me produjo una gran conmoción.

¿Quién es tu escritor favorito?

Ahí sí que me resulta imposible contestarte. Tengo una especial preferencia por los clásicos de la literatura inglesa, como las hermanas Brönte o Charles Dickens, cuyas historias descubrí siendo muy niña a través de la colección Joyas literarias juveniles, y, cómo no, Shakespeare; pero también me apasionan García Márquez, Miguel Delibes o Daphne du Maurier.. Como puedes ver, tengo gustos bastante eclécticos. 

¿Qué personaje de un libro le hubiera gustado conocer?

Volviendo de nuevo a mi infancia y adolescencia, le tengo un especial cariño a Jo March, una de las protagonistas de la novela Mujercitas. Cuando la leí fue la primera vez que me identifiqué tanto con un personaje que tuve la sensación de que la autora hablaba de mí, y eso marca mucho.

¿Y sobre cuál te gustaría escribir?

Me gustan mucho los personajes femeninos, pero no me considero capaz de escribir sobre un personaje que ha sido creado por otro autor. Me parecería un atrevimiento.

Tengo un especial cariño a Jo March, una de las protagonistas de la novela Mujercitas. Cuando la leí fue la primera vez que me identifiqué tanto con un personaje que tuve la sensación de que la autora hablaba de mí

¿Qué personaje histórico te hubiera gustado conocer?

Uff, ¡hay tantos! Una vez más, me inclino por las mujeres, sobre todo aquellas que rompieron barreras. Si debo elegir solo una, me decanto por Mary Wollenstonecraft, madre de Mary Shelley, considerada una de las primeras feministas. Era una gran defensora de los derechos de la mujer y abogaba por que la educación y la instrucción eran la base de la igualdad entre hombres y mujeres.

¿Alguna manía a la hora de escribir o leer?

No. Solo puedo decir que, a la hora de escribir, soy muy exigente conmigo misma. Pienso mucho en cada frase y, en ocasiones, le doy varias vueltas hasta que me quedo contenta, lo que hace que me lleve mucho tiempo concluir una página.

A la hora de escribir, soy muy exigente conmigo misma. Pienso mucho en cada frase

¿Y tú sitio y momento preferido para hacerlo?

No tengo preferencias. Tengo una gran capacidad de abstracción y puedo escribir en casi cualquier sitio y momento, incluso con ruido de fondo, como en una cafetería, aunque mi lugar preferido son las bibliotecas. Estar rodeada de libros me resulta muy inspirador.

¿Algún libro o autor que te ha influido en tu trabajo como autora?

Hay un par de libros que, a pesar de no ser muy conocidos, contribuyeron a despertar en mí las ganas de embarcarme en la escritura de una novela (algo bastante reciente, pues siempre le había tenido demasiado respeto al oficio de escritor y no estaba segura de ser capaz). Ambos tratan el mismo acontecimiento histórico desde diferentes perspectivas: La casa del propósito especial, de John Boyne, y El testigo invisible, de Carmen Posadas.

¿Cuánto tiempo dedicas a escribir?

Varía mucho. Por un lado, debo compatibilizar la escritura con el oficio de la traducción editorial, lo que me resta bastante tiempo, y por otro, no soy excesivamente disciplinada. Lo mismo le dedico un día entero que, me paso varios días sin escribir. Eso sí, cuando me adentro en la historia, me resulta muy difícil desconectar. En ocasiones, me olvido de todo, incluso de comer o dormir.

¿Nos puede decir algo de tu siguiente proyecto?

Tengo algunas ideas en mente, pero todavía no las he desarrollado del todo. Sí que tengo claro que se tratará de una novela histórica, probablemente ambientada en un periodo reciente. Tal vez en el siglo veinte o, como mucho, en el diecinueve. Aunque me gusta leer novelas ambientadas en períodos remotos, me siento más cómoda con la Historia contemporánea.

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