La Directora de Orquesta cuenta como Willy Wolters sueña con dirigir una orquesta de renombre internacional, aunque hay un pequeño inconveniente: Willy es una mujer. En 1926, pocos han visto a una mujer dirigiendo una orquesta y los conservatorios rara vez las admiten, a no ser que sea para estudiar alguno de los instrumentos considerados «femeninos». Sin embargo, Willy está decidida. Ella será la primera. Pero el destino es caprichoso, y cuando aparece el amor de su vida, la joven tendrá que escoger entre hacer caso a su corazón o perseguir un sueño tal vez imposible. La directora de orquesta nos sumerge en la historia real de la holandesa Antonia Brico, una mujer que luchó incansablemente para hacerse un lugar entre los grandes de la música clásica.
Es poco habitual que una novela vea la luz con posterioridad al estreno de una película. En el año 2018 Maria Peters dentro de sus facetas de productora, directora y guionista de cine llevó a la gran pantalla la vida de Antonia Brico. Posteriormente publicó su primera novela un año después de ese estreno y es ahora cuando se ha traducido a lengua española.
En esta obra vamos a encontrar la apasionante historia de esta mujer que revolucionó el mundo de la música durante la década de los años veinte del siglo pasado.
Era impensable en aquella época que una mujer pudiese llegar a ser directora de orquesta pero el empeño, tesón y tozudez que caracterizaban a Antoia Brico desembocaron en que se convirtiese en la primera mujer en dirigir una orquesta sinfónica como la de Berlín.
Además de esa lucha por conseguir esa meta tan ambiciosa, conoceremos la parte de su vivencia personal en la que descubre sus orígenes y las consecuencias que esto tiene en su vida. Y, por supuesto, veremos también la disyuntiva de elegir entre el amor y la carrera profesional, en un tiempo en el que casarse significaba el tener que dejar de lado cualquier faceta profesional.
Narrado en primera persona tanto por la protagonista como por gente de su entorno vamos a descubrir en un estilo ágil y fácil hasta qué punto la sociedad de la época limitaba a las mujeres, además de que podremos dar importancia a la situación actual en la cual esos muros e impedimentos que se ponían a la mujer han quedado superados, demostrando que la valía debe ser el único juicio de valor y no una mera cuestión biológica como es el sexo.
La ventaja de las novelas biográficas es que el saber que lo que nos cuentan es sobre una persona de carne hueso, que ha vivido realmente esas situaciones, nos permite valorar de manera mucho más cercana tanto sus sufrimientos como sus luchas, mucho más que si nos estuviesen hablando de mera ficción.
Acerquémonos a esta apasionante historia del combate no ya por la igualdad, sino por el reconocimiento de la capacidad y el talento para poder dirigir a toda una orquesta. Quizás será precisamente por lo que le costó llegar hasta ese lugar, lo que le llevó a crear una orquesta de mujeres en Nueva York, un nuevo desafío a la sociedad de la época.
Maria Peters
(1958) es una productora, directora y guionista de cine holandesa. Después de estudiar Derecho en Ámsterdam, se matriculó en la Academia de Cine Holandesa. Quedó fascinada con la vida de Antonia Brico, que sirvió de inspiración para dos de sus obras: una película biográfica lanzada en 2018 y su primera novela, publicada originalmente en holandés un año más tarde.
Antonia Louisa Brico
Antonia Louisa Brico (Róterdam, 1902-Denver, 1989) fue una directora de orquesta y pianista neerlandesa de renombre que, desde el silencio de su trayectoria, revolucionó el mundo de la música.
Primera mujer en dirigir la Berliner Philarmoniker y la New York Philharmonic Orchestra, Brico es un ejemplo de superación y perseverancia. Durante numerosas décadas del siglo XX luchó incansablemente para hacerse un lugar entre los grandes de la música clásica, pero su destreza como directora chocó siempre con su condición femenina. La prensa, los altos cargos de varias orquestas y sobre todo la marginación social y laboral de las mujeres propias de la sociedad que la vio crecer le denegaron el reconocimiento que merecía. Entre otros, estudió con Paul Steindorff, Zygmunt Stojowski y Karl Muck. Ejerció también de profesora. Dos de sus alumnas fueron Philippa Schuyler, pianista prodigio y compositora, y Judy Collins, que posteriormente sería una reconocida cantante de música folk.