Hablamos con Tamara Pérez

Tamara Pérez, psicóloga, especializada en clínica infanto-juvenil y adultos. Ha desarrollado actividades como orientadora laboral con población vulnerable. Las experiencias en distintos hitos de su vida, le han permitido concluir que la primera infancia es la clave para la obtención de valores necesarios para un sano desarrollo.

Su primer libro, Magnus, es su manera de establecer la importancia de la madre en la relación con los hijos. El valor de las normas y de la comunicación en las relaciones familiares.

Exactamente, me he desarrollado en el ámbito clínico con adultos y población infantil y familias. He visto la vulnerabilidad en todas las etapas del desarrollo humano.  He observado como las instancias que han sido especialmente descuidadas conlleva a niños con múltiples carencias como, por ejemplo: en su sentido de pertenencia, en su desarrollo cognitivo y en su desarrollo psico-emocional.  Lamentablemente muchos niños y niñas están siendo empujados a crecer de manera acelerada y eso no está bien.

Para mí, la amistad es un tesoro.   La amistad es importante en cualquier etapa del desarrollo humano, mediante ella se nos da la oportunidad de encontrar en un prójimo, alguien a quien amar y sentirte amado

Es un libro que trata el tema de la identidad, el sentido de pertenencia y la importancia de la familia en su sentido específico. Trato de abordar estos temas a través de símbolos fáciles de identificar en el lector en especial para los niños.

Temáticas poco abordadas en la literatura como los son: el rechazo social, la desorientación respecto de la propia identidad, la sensación de abandono que lamentablemente, esta misma sensación te hace confiar en cualquiera, (intento introducir la reflexión que no todo el que actúa como alguien que te quiere ayudar realmente tiene buenas intenciones para ello).  Soy muy cuidadosa al abordar el tema, un niño o niña en desarrollo aún no diferencia las intencionalidades.  Es ahí donde le doy ímpetu a la presencia familiar como factor fundamental en el sano desarrollo de un niño.  Quise escribir sobre estas problemáticas, porque son cada vez más frecuentes, y he deducido que es debido al deterioro familiar que se evidencia hoy en día.  Para mí la función de la familia es -primordial en el desarrollo- y está siendo cada vez más desvalorizada y sustituida por entes abstractos.

Como ya lo he mencionado, la familia es la clave; la raíz y núcleo de nuestro desarrollo en todo ámbito. Es el lugar donde se construye nuestra identidad, donde se transmiten valores de manera eficiente, donde nos moldeamos como personas. Es fundamental para todo ser humano sentirse parte de una familia que le entregue amor, y las herramientas necesarias para un sano desarrollo.

Para mí, la amistad es un tesoro.   La amistad es importante en cualquier etapa del desarrollo humano, mediante ella se nos da la oportunidad de encontrar en un prójimo, alguien a quien amar y sentirte amado. La amistad, es terreno fecundo para que se desarrolle un tipo de amor, que cuando se vive enriquece el alma de cualquier ser humano.

Sí, estoy totalmente de acuerdo.  Aunque esto no significa que a un niño no se le deba guiar en el camino de la vida. El error de muchos padres y adultos modernos es que creen que un niño tiene hipersensibilidad ante la corrección.  No digo que no se deba dialogar y explicar, pero últimamente tenemos miles de padres hipersensibles que prácticamente le temen a la conducta de sus hijos. Y con un fin evitativo, les dejan ir por mala conductas y malos caminos que llevan a trágicas consecuencias.  Un adulto responsable de la crianza de un niño o niña, debe entregar ternura y delicadeza, así como una clara disciplinada cuando de corregir se trate. Los niños son delicados sí; son frágiles sí, pero saben aprender y necesitan a padres o cuidadores amorosos y que sepan aplicar estrategias de control parental.  Si esto falla, la consecuencia está en futuros adultos con una bajísima tolerancia a la frustración, descontrol de impulsos y con una falta de carácter que nos les servirá para enfrentar el mundo.

Tengo bellos recuerdos con tres libros que leí siendo muy joven: Juan Salvador gaviota, El principito y El caballero de la armadura oxidada. Para mí, son Libros llenos de simbolismos y valores trascendentales. Los volví a leer siendo adulta y sigo encontrando en ellos algo que acaricia el alma. Mi frase favorita para vivir mi día a día es: “Lo esencial es invisible a los ojos”.

Es fundamental para todo ser humano sentirse parte de una familia que le entregue amor, y las herramientas necesarias para un sano desarrollo

La profundidad de aquellos libros, cómo podían dar tanto y tratar temas tan esenciales del alma humana y al mismo tiempo ser tan sencillos. Simplemente abrieron mi sentido literario y también logré comprender la importancia de la literatura en la vida que cualquier niño.

Tengo varios, sería imposible decidirme por uno. Si me preguntas en el ámbito infantil o juvenil me gustan mucho los cuentos de Charles Perrault, sus clásicos contienen una riqueza que no se oxida con el tiempo; al igual que los cuentos de los hermanos Grimm. Debo destacar meritoriamente el trabajo de John Bauer y Benjamín Lacombe, ambos ilustradores que te hacen adentrar a la historia a través de lo simbólico y lo imaginario de manera excepcional.  A ambos les otorgo un lugar honorifico.  Sabemos que la mayoría de los niños son visuales en su aprendizaje. 

Influye en valorar de manera más profunda las historias y su impacto en cualquier lector. Los libros y sus mensajes guardan gran poder simbólico, el cual se despliega y afecta a quien lee o escucha. El darme cuenta de ello, propulso que incorpore la utilización de libros en algún proceso terapéutico.

El mundo literario tiene mucho que decir, y es una herramienta magnífica en personas que requieren riqueza simbólica, riqueza del lenguaje en sus vidas y las caricias que muchas veces las palabras portan. Dentro de los procesos terapéuticos, no sólo de niños, la literatura grita poder estar presente en la vida de las personas de alguna forma.  Haber escrito Magnus, corazón de lobo me ha dado la oportunidad de experimentar todo lo antes descrito.  

Si nos vamos a un libro que aborde temáticas transversales de niños y adultos me encanta el zorro del libro El Principito.  Ese personaje cuenta con una sabiduría que me alienta a reflexionar sobre tantísimas cosas de la vida, me cautiva y me alienta a querer adentrarme en su psicología.

Chesterton, amo su pensamiento y como escritor me ha cautivado.

No sé si describirlo como una manía, pero me encanta siempre tener un café cerca cuando leo. Le doy importancia al entorno, para disfrutar en plenitud un libro. Un entorno ruidoso o caótico podrían cortarme el rollo muchísimo.

El error de muchos padres y adultos modernos es que creen que un niño tiene hipersensibilidad ante la corrección

Sitio, una bella cafetería o mi hogar. Amo mi salón como lugar para leer… momentos preferidos, las mañanas y las madrugadas y desde luego leer en los días de lluvia, es una experiencia casi mística.

Si claro, pero algo somero para que haya una porción de sorpresa.   Estoy trabajando en Magnus 2.  Intento abordar temas un poco más profundos y será una historia que apunta a un público un poco mayor.  También estoy trabajando en una novela ilustrada que la estoy avanzando lentamente. Será un proyecto más personal, de experiencias e ideas muy íntimas sobre la vida y la sociedad.

Gracias, fue un viaje maravilloso responder las preguntas.

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