Hola Pedro, sabemos que eres licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, máster en Periodismo por la UAM-EL PAÍS y en Recursos Humanos por el Instituto de Empresa, y director de comunicación de EL PAÍS, pero ¿quién es Pedro? ¿nos podrías hablar un poco de ti?
Resumiendo, mucho: soy un señor mayor encerrado en el cuerpo de una persona de 40 años. Nací en Oviedo. Me siento muy ovetense y muy asturiano. Llevo ya 15 años viviendo en Madrid, ciudad a la que también considero mi casa. Soy un tipo maniático, sentimental, melancólico y optimista con moderación. Hago la mejor fabada del mundo -exceptuando las de abuelas y profesionales-. Como soy un viejo prematuro, creo que ya pasé la crisis de los 40 hace diez años. Vivo con dos gatos -Mía y Atún- que me hacen muy feliz y que me permiten proyectar en ellos mis miedos y agonías, lo cual no está nada mal. Soy copropietario de una empresa -Balbino-, en la que hacemos zapatillas de estar por casa o editamos libros. También tengo el título de entrenador de fútbol (nivel 2), pero no tengo ni idea. Cuando entrenaba, era un amarrategui. Creo que en la vida también soy un poco así.
¿Y de tu trabajo? ¿Nos podrías contar algo?
Mi sueño era ser periodista. Lo conseguí. En algún momento, empecé a girar hacia la comunicación… y ahí sigo. Me gusta porque tiene mucho que ver con contar historias y con transmitir emociones. Actualmente, soy el responsable de la comunicación de EL PAÍS, AS, Cinco Días y de la Comunicación Interna de PRISA. Mi trabajo es cuidar la imagen de nuestras marcas, acercarla a la sociedad y transmitir nuestros valores de una forma eficaz. Tanto de externa como internamente. Lo que más me gusta es hablar con la gente: sean lectores o compañeros.
Nuestro Gato Negro se ha puesto en contacto con Mia y Atún, y le comentaron que compartes piso con ellos, más bien que te dejan vivir con ellos. Nosotros sabemos quiénes son Mia y Atún, pero siempre hay algún despistado, ¿nos podrías hablar de ellos, y que significan para ti?
Mía y Atún son los propietarios del piso en el que vivo en Madrid y mis jefes en el día a día. Mi principal misión en esta vida es que no les falte comida ni agua, limpiarles el arenero y decirles a menudo lo guapos y lo listos que son. Son influencers de las redes sociales a través de su cuenta @enmicasanoentraungato Mía tiene seis años. Atún, tres. Ambos son adoptados. Me cambiaron la vida. Me hicieron mejor persona. Soy muy feliz conviviendo con ellos.
¿Crees que Mia y Atún te han cambiado la vida?
Absolutamente. Más allá de por los dos libros que he publicado sobre ellos, porque me hicieron redescubrir el amor en general, y el amor por los animales en particular. No entendería mi vida sin ellos.
«Mía y Atún son los propietarios del piso en el que vivo en Madrid y mis jefes en el día a día. Mi principal misión en esta vida es que no les falte comida ni agua, limpiarles el arenero y decirles a menudo lo guapos y lo listos que son».
Mia le comento también a nuestro Gato Negro que te fue dictando un libro que se titula En mi casa no entra un gato, ¿qué nos puedes contar del libro?
Es un libro que habla sobre la experiencia de ser primerizo. Adopté a Mía en contra de mi voluntad y a las dos semanas ya estaba enamorado de ella. Fui descubriendo muchas cosas -sobre los gatos y sobre la vida- a su lado. Con decir que cambié de veterinario porque el primer día que la llevé no le dijo lo guapa que era, creo que lo explico todo.
¿Qué te llevo a escribirlo?
Pues realmente fue la editorial Duomo, que vio los artículos que publicaba en EL PAÍS, me contactó a través de Linkedin y me lo propuso. Jamás hubiera imaginado escribir un libro. Mucho menos un libro sobre gatos.
¿Cuál es el propósito de este libro?
Compartir mi experiencia y reírme de mí mismo. Y que los lectores se rían, claro.
Hace poco a salido ha la venta, Días para ser Gato. Mía se mostró muy satisfecha con este segundo libro, según le comento a Nuestro Gato Negro ¿Qué nos puedes contar de Días para ser Gato?
Es un libro diferente. Sigue con el tono de humor y de experiencia personal, pero habla de muchas más cosas. Hay que tener en cuenta que habla sobre la experiencia de perder a una madre. También del confinamiento con dos gatos. Pero no hay dramas ni angustias. Mi madre era un personaje muy peculiar y divertido. Su relación con los gatos daba mucho juego.
¿Y qué te llevo a escribir Días para ser Gato?
Fue un proceso natural. Aunque me decía que no volvería escribir un libro sobre gatos, durante el confinamiento empecé a escribir de nuevo, a compartir historias y a observarlos más… y de repente me vi con tropecientas páginas escritas.
Pedro, como sabes nuestra revista es literaria, así que nos es obligado preguntarte, ¿cuál fue el primer libro que te impactó y por qué?
Tal vez El conde de Montecristo. Recuerdo leerlo con una pasión y unas ganas… lo tiene todo. Injusticia, amor, venganza, desamor, secretos…
He de decir que me suelen impresionar más los libros de crónica, de no ficción. En ese sentido, recuerdo como especialmente impactante el de Queremos informarle de que mañana seremos asesinados junto a nuestras familias, de Philip Gourevitch.
¿Quién es tu escritor favorito?
Digo varios: Galdós, Delibes, Dumas, Benedetti, Hornby, Echenoz.
¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer?
Al conde de Montecristo.
¿Y personaje histórico?
A Jesucristo
¿Alguna manía a la hora de escribir o leer?
La de posponerlo todo lo que puedo. Y a veces un poco más.
¿Y tú sitio y momento preferido para hacerlo?
Los domingos por la tarde, en la mesa de la cocina de mi casa en Madrid.
¿Cuánto tiempo le dedicas a escribir?
Depende de la época del año. Depende mucho de en qué esté en ese momento. Un reportaje largo me puede llevar cinco o seis horas. Un capítulo de un libro, una hora. Suelo escribirlos del tirón.
¿Nos puedes decir algo de tu siguiente proyecto?
Pues en realidad no tengo proyecto literario en el horizonte. Puede ser que salga un libro con la serie de reportajes que hice sobre las colonias históricas de Madrid, pero está aún en el aire…
Y para finalizar, ¿crees que Mia y Atún nos concederían una entrevista a estas dos pobres humas, o solo hablaran con nuestro jefe El Gato Negro?
Es probable. En cualquier caso, tenéis que hablar con su representante para asuntos humanos. Así que aquí me tenéis para cuando queráis plantearles algo.
¡Muchísimas gracias por la entrevista!, y un acuchón enorme a Mia y Atún
Pedro Zuazua Gil
Pedro Zuazua Gil (Oviedo, 1981) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, máster en Periodismo por la UAM-EL PAÍS y en Recursos Humanos por el Instituto de Empresa. Comenzó su carrera periodística en La Nueva España. Posteriormente, se incorporó a EL PAÍS. Trabajó en la Fundación Princesa de Asturias y en el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer. En 2010 fue nombrado director de comunicación de EL PAÍS, puesto en el que continúa y al que ha sumado nuevas responsabilidades en la compañía. Vive en Madrid en el piso de Mía, una gata (nada común) europea, y de su hermano pequeño e imitador nato, Atún. Es autor de En mi casa no entra un gato, y Días para ser Gato.