Entrevista a Javier F. Parrondo

Ganador del I Certamen Literario Mundo Rural, Se ha escrito un libro 2023 con el relato, Anda por lo Segao. Javier Parrondo se empapaba de novelas sin pensar en que un día él mismo osaría sacar sus propias historias de su cabeza.

Hola Javier, bienvenido al Gato Negro. Antes de comenzar la entrevista te queremos agradecer que nos concedas esta entrevista, que nos hace especial ilusión hacérsela.

Javier sabemos que te has alzado con el primer premio del I Certamen Literario Mundo Rural, Se ha escrito un libro 20223, pero quién es Javier?, qué nos puedes contar de ti?

Nací en Gijón el siglo pasado y desde pequeño fui un lector asiduo de una pequeña biblioteca juvenil que había en mi ciudad, llegando al punto en que recuerdo tener problemas para decidir que libros llevarme en préstamo porque creía haberlo leído todo. El impacto emocional fue tremendo cuando logré el carnet de socio de la biblioteca de adultos y comprobé el vasto e interminable mundo de aventuras que me quedaban por explorar.

Fue en el instituto cuando me animé y escribí unos pequeños relatos que, creo recordar, solo leyó un buen amigo. Un par de años más tarde, un chico que dibujaba me pidió guionizar unos comics y nos lanzamos de cabeza, yo sin tener ni idea de cómo se hacía eso y él dibujando de manera novel. Pero a ganas no nos ganaba nadie. Evidentemente, todo quedó en nada, salvo una experiencia muy grata de ver mis palabras plasmadas con cara y cuerpo.

Fue ya de adulto cuando escribir fue más serio y necesario para sacar esas ideas de mi cabeza y convertirlas en historias. Dejar que alguien las leyera es otro tema que nos da pánico a los escritores, por eso siempre digo que escribir es algo tan maravilloso como aterrador.

El relato con el que has ganado el concurso es Anda por lo Segao, ¿que nos puedes contar del relato?

El relato parte de una premisa muy sencilla: El Apocalipsis ha llegado y la zona rural no se va a librar de ello. El problema es esa señora que vive en su bucólica casita de pueblo en el precioso paisaje de los Picos de Europa, con sus animales y su pequeño huerto y que no está por la labor de dejar a los Jinetes del Apocalipsis continuar su labor y cumplir su trabajo en el plazo requerido de tiempo. Partiendo de esa base, era imposible escribir un relato serio, sino que había que mostrar todo el humor que esa situación podía generar.

El titulo me llevó bastantes dolores de cabeza, cambiándolo cuatro veces hasta que me di cuenta que la protagonista me lo estaba diciendo cuando le planta cara a Muerte y le ordena que no le pise las margaritas, lo que viene a ser la expresión asturiana de “ándame por lo segao”

¿Qué te llevo a escribirlo?

Una vez que tenía la idea y la localización, el resto fue partiendo de los propios personajes. Era una necesidad imperiosa darles voz y dejarles actuar, porque al final, el relato bien podría ser una pequeña escena de teatro escenificada. A veces se cambian relatos enteros por no hallar la voz adecuada, pero en este caso los personajes me llevaron de la mano a mí.

«Se podría decir que el ser humano es una amalgama de contrastes y en cuanto a este tema yo soy la muestra»

Sabemos que tienes libros publicados, ¿nos podrás hablar de ellos, y ¿qué se va a encontrar el lector?

Existe en el implacable mundo editorial mi novela titulada Charly Hellbreaker, Memorias de un Demonio Caótico, que es un compendio de tres aventuras del protagonista y en la que me lancé de cabeza al humor negro, absurdo y a veces enloquecido. Aquí hallé mi voz para narrar agarrando lo más habitual y dándole la vuelta del revés para que nada sea lo que parece y que los personajes no reaccionen como se espera de ellos. Ni Charly es un demonio al uso y mucho menos el infierno que se conoce por la religión. Aparte de ellos, hay una multitud de personajes que crean las más hilarantes y locas situaciones. Para no liarme a dar nombres, recomiendo una lectura de la novela con mentalidad abierta porque, aunque conozcas el nombre de algunos personajes, no van a ser ni por asomo lo que esperas de ellos ni mucho menos sus comportamientos.

Lo que intento en esta novela, al igual que en el relato Anda por lo Segao, es dar al lector personajes típicos que nunca hagan lo que se espera de ellos. Sorprender a la vez que se les escape una sonrisa, porque creo que el humor es un hermano denostado de la literatura al igual que otros géneros como el romántico o el infantil o juvenil. Y en la medida que me sea posible defenderé a capa y espada la literatura humorística.

Aparte, poseo varios relatos publicados en antologías de distintos géneros como ciencia ficción, terror, costumbrismo…Es bueno ir picando aquí y allá en distintos campos para no anquilosarse en un estilo.

¿Crees que el mundo rural es el gran olvidado?

Por desgracia, parece que los pueblos se han transformado en pequeños espacios que sirven como dormitorio a la gente que trabaja en la ciudad. Ganaderos y agricultores ven sus trabajos mal pagados y con cada vez más exigencias debido a los distintos gobernantes y a los intermediarios a los que deben vender sus productos. La zona rural parece envejecer sin solución, aunque hay esperanza en la gente joven que decide salir de las caóticas ciudades y buscarse la vida en esos pueblos. ¿Debemos ser optimistas en cuanto a una regeneración generacional en la zona rural? Me gustaría pensar que sí, pero en eso, cómo en todo, el tiempo lleva la voz cantante y la respuesta escondida entre sus manos.

Javier, ¿cuál fue el primer libro que te impactó y por qué?

Esta pregunta es difícil. Si rebusco en la memoria creo que podría decirte “La Historia Interminable” de Michael Ende. ¿Las razones? Bastián era un niño lector como yo y el recuerdo de cómo pasaba la historia del mundo real al mundo de Fantasia era de lo más innovador para mí en aquel entonces. La edición en dos colores, verde y rojo creo recordar, ayudaba mucho y la hacía muy atractiva. Pero la historia, observándola con ojos de adulto, no tiene desperdicio, es maravillosa y está contada magistralmente.

¿Quién es tu escritor favorito?

Aquí no hay duda posible: Terry Pratchett, creador del Mundodisco. Yo quisiera algún día ser capaz de hacer el humor que impregna sus libros y esos personajes inolvidables como Yaya Ceravieja, el cápitan Vimes, el mago inútil para la magia Rincewind o la Muerte con sus problemas filosóficos. Pratchett escribía humor de una manera que cada vez que relees una de sus novelas vas descubriendo capas cada vez más profundas. No se ceñía a juegos de palabras o bromas. Lleva en sus genes la critica a todo y todos hecha de una manera genial. No tengo muy claro aún si lo que tengo por su forma de escribir es envidia o admiración, pero mi personaje Charly Hellbreaker nació un poco como homenaje personal a Sir Terry Pratchett.

¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer?

Siendo El Señor de los Anillos uno de mis libros favoritos, comprobar de primera mano el cambio que se produce en Frodo cuando regresa de una aventura de semejantes magnitudes. No se puede ser el mismo tras pasar por algo así.

Y ya que estoy metido ahí, tener una larga charla con Gandalf para que me aclare varias cosas sobre la Tierra Media.

¿Y personaje histórico?

¿Te imaginas poder oír de la propia Mary Shelley como va avanzando con  Frankenstein? Difícil elegir solo una persona con la sentarse a que te cuente sus procesos de creación.

¿Alguna manía a la hora de escribir o leer?

No sé si se puede llamar manía, pero un hábito que sorprende a otros escritores es que mientras que muchos necesitan silencio o música y ambiente relajante yo me coloco unos auriculares y activo mi lista de música para escribir: Motorhead, Dragonforce, Raphsody… Heavy Metal cañero y machacón, pero a la tercera canción ya ni siento ni padezco porque mi cabeza ya no está ahí, esta en el texto ya sea a mano o a ordenador.

Pero para leer es al revés, necesito silencio para meterme entre las letras, cosa que si se escucha una televisión o radio hace que me dificulte la concentración.

Se podría decir que el ser humano es una amalgama de contrastes y en cuanto a este tema yo soy la muestra.

¿Y tú sitio y momento preferido para hacerlo?

No tengo momento preferido. Como hay que tener lo que llamamos un trabajo alimenticio y el mío es a turnos, pues eso limita tener hábitos muy establecidos de escritura.

El sitio es una mesa en donde tengo un pequeño portátil bajo una ventana que da a la calle. Nunca he probado eso tan habitual en otra gente de irse a una cafetería a escribir, pero no quita que cualquier día me remangue y busqué nuevos lugares. Lo que si puedo decirte es que tengo una novela en la que más de la mitad ha sido escrita en libretas mientras estaba apoyado en un árbol en un parque de perros donde llevaba a mi perra Zelda cuando era una cachorra incansable.

¿Algún libro o autor que te ha influido en tu trabajo como autor?

Aquí me repito y me reitero a Terry Pratchett ya que mi Charly Hellbreaker y el humor que tiene la novela, nace un poco del intento de escribir algo tan bueno como el Mundodisco. Sé que no son libros comparables, pero creo que he hecho un buen trabajo con mi versión alocada del infierno y sus ocupantes.

¿Cuánto tiempo le dedica a escribir?

Este es un tema escabroso para todos los escritores. Teniendo un trabajo a turnos, unas obligaciones que cumplir, familia, amigos… lo que viene a ser una vida, vamos. No podría poner tiempo diario porque no sería verdad, pero en ratos muertos, unas horas por aquí, un rato por allá y acabas dando forma a relatos, capítulos si es una novela o lo que escribas. Pero sin prisa. Lo mejor que hay es acabar de escribir algo y esconderlo donde no lo veas hasta dentro de un mes por lo menos. Luego lo lees y si crees que es lo que querías, adelante con ello.

«El escribir, sea para publicar o sólo para mis ojos, ya es algo inherente a mi y me acompañará siempre»

¿Nos puede decir algo de tu siguiente proyecto?

Ahora mismo tengo dos trabajos terminados. Uno es una novela de fantasía medieval y el otro una segunda parte de Charly Hellbreaker. En estos momentos estoy sopesando buscarles editorial, autoeditar o esconderlas en un cajón, no lo tengo muy claro. El mundo editorial va a mucha velocidad y es muy duro hacerse un hueco y que alguien se acuerde de ti pasado un mes del lanzamiento de tu libro. Por otro lado, creo que son buenas historias, cada una en su estilo, y que se sería una pena que no vieran la luz.

También seguir participando en certámenes literarios porque ponen a prueba la capacidad de escribir sobre temas que no sueles trabajar con unas condiciones estipuladas que te obligan a estructurarte a la hora de escribir. Y no dejan de ser un reto que a veces se recompensa cuando consigues quedar dentro de los elegidos.

Pero sea como sea, el escribir, sea para publicar o sólo para mis ojos, ya es algo inherente a mi y me acompañará siempre.

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