Un viaje al interior de la pintura de Rembrandt

El arte existe para que lo contemplemos, pero ¿qué sucede cuando el arte nos mira a nosotros? Te invito a dar respuesta a esta pregunta el próximo 28 de mayo a las 13:00 en el Hotel Palacio de los Duques, a través de la instalación ‘Dentro de la Mirada’, realizada en colaboración con el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el IED Madrid. Una experiencia inmersiva a través de la mirada de uno de los grandes maestros de la pintura, Rembrandt, logrando que sea él quien nos observe. Sin duda, un viaje al interior más profundo del pintor neerlandés.

28 de mayo a las 13:00 en el Hotel Palacio de los Duques

Se dice que los retratos del pintor holandés actúan como “espejo del alma” de los retratados. El uso del claroscuro, con fuertes contrastes entre luces y sombras, así como un intenso dramatismo, son notas diferenciadoras de la pintura del artista. Su dominio de la técnica era tal que aún hoy se utiliza la “iluminación tipo Rembrandt” en los retratos fotográficos, persiguiendo un impacto visual potente y una mayor profundidad psicológica.

Rembrandt dominó, como sabéis, todo tipo de temas y materiales: hizo geniales óleos, grabados y dibujos con escenas cotidianas, paisajes y motivos históricos, pero en su producción son mayoría las pinturas de temática religiosa y los retratos. Dentro de este último género, resulta muy peculiar en la época en que nos encontramos el interés del autor por su propio rostro, que no se cansó de representar: podemos decir que los autorretratos de Rembrandt componen una biografía única en la Historia del Arte.

A lo largo de su vida, fue también modificando su estilo aunque manteniendo su gusto por la espontaneidad: en sus comienzos predominan las pinceladas minuciosas de factura casi caligráfica, muy esmerada; durante su juventud y madurez fue ganando fuerza y expresividad, capacidad de captar el movimiento y también psicologías mientras sus pinceladas se hacían más libres, y en sus últimos años se decantó por el intimismo y la recreación del alma humana, alcanzando una gran libertad creativa, tanta que llegó a aplicar pintura con los dedos, sin utensilios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *