Pedro Marchán, estudiante de la Escuela de Cine de Reus (ECIR) donde ha cursado la Diplomatura en Dirección Cinematográfica-, se ha formado además en el mundo del cómic y la ilustración. Ha participado en diferentes exposiciones y publicaciones y ha escrito el guión de cortometrajes como El ídolo, producido por Ecir Films.
Hola Pedro, bienvenido al Gato Negro.
Gracias por la invitación y enhorabuena por esta iniciativa de acercar la cultura al lector. Encantado de poder compartir este rato con vosotros.
Sabemos que, has cursado la Diplomatura en Dirección Cinematográfica, te has formado además en el mundo del cómic y la ilustración. Has participado en diferentes exposiciones y publicaciones y has escrito el guion de cortometrajes como El ídolo, producido por Ecir Films. pero ¿nos podrías hablar un poco de ti? ¿Quién es Pedro?
Uf. Complicado hablar de uno mismo sin vanagloria. Simplemente me considero una persona creativa que vive en mundos fantásticos, pero con los pies en el suelo.
¿Qué nos puedes contar del mundo del cómic?
Es un medio de expresión injustamente infravalorado. Tan válido y potente para contar historias como la literatura o el cine. De hecho, con este último comparte recursos como los planos, el encuadre, la composición, la psicología del color o la elipsis. Aunque es verdad que la apuesta por el medio está cambiando: desde el Premio Nacional del Cómic, un reconocimiento impulsado por el Ministerio de Cultura, pasando por plataformas como Netflix o Amazon, cuyas series parecen haber encontrado un filón en los tebeos (Locke & Key, Sweet Tooth: el niño ciervo, The Umbrella Academy, Alice in Borderland, The end of the fucking world, El vecino, Heartstopper, The Boys, Paper girls y tantas otras…), o terminando con la generosa asistencia al Cómic Barcelona, hacen que la percepción por el medio esté cambiando y poco a poco se le esté otorgando el valor que se merece. No en vano se le considera el noveno arte.
¿Qué te llevo a formarte en el mundo del cine?
Fue una forma de aunar dos de mis pasiones, el cine y la literatura. Había escrito y publicado cómics, pero nunca le había puesto texto a una película. Así, mis primeros pasos en la Ecir fueron apuntarme al curso de guion, con mi siempre admirado maestro Iván Serra. Gracias a él, disfruté y me enamoré tanto de la experiencia que al año siguiente volví a estudiar guion esta vez de la mano de Alicia Luna (Te doy mis ojos) en la Escuela de Guion de Madrid. Y aunque mi intención desde un principio no era dirigir, pensé que para entender mejor el binomio guion-audiovisual, el lenguaje, era imprescindible conocerlo también desde el prisma de la dirección. Eso me llevó a cerrar el círculo con la diplomatura.
¿Cómo ha sido la experiencia en Audi Future Stories?
Inmejorable, sin duda. Si contamos con que mi primer guion de cortometraje «El ídolo» fue rodado por la escuela, algo ya impensable en mi primer año de formación, y añadimos que mi primera intervención en un concurso de guion terminó con el premio a «Estepas» y, lo más importante, el reconocimiento de personas tan ilustres en la industria como José Luis Rebordinos, Jaume Ripoll o el propio Kike Maíllo, ganador de un Goya, tenemos un cóctel difícil de digerir para un principiante. Luego, formar parte de mi primer proyecto profesional, hacerlo de la mano de un equipo de personas maravillosas como son los integrantes de Audi e Indómita, a todos los niveles, co-dirigir y aprender junto a Kike Maíllo y tener el privilegio de que una actriz de la talla de Verónica Echegui sea la estrella de mi primer cortometraje, realmente no tiene precio. No todo el mundo puede decir que ha estrenado su ópera prima con estos alicientes y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. No. Aún me pellizco.
¿Qué nos puedes contar del cortometraje Estepas?
Las estepas son lugares semi desérticos donde a la vida le cuesta abrirse paso. Pero lo hace, siempre. La vida se abre camino por algún resquicio, se antepone a las adversidades, y ahí están Cristina e Iván, personajes desubicados, rotos, y que portan una mochila de culpa a sus espaldas, intentando encontrar esa rendija por donde aflorar para llegar a un mundo mejor. Es la historia de una huida improvisada llena de esperanza, empatía y amor por la figura de las madres. Un corto con muchas capas que juega a confundir hasta la escena final, donde hay un mensaje muy potente en las palabras de las protagonistas y en la letra de la canción que las acompaña.
¿Qué le dirías a los estudiantes de cine de cara a la tercera edición de Audi Future Stories?
Que sean atrevidos, originales, que salgan de la zona de confort y perviertan los guiones. Que no sean políticamente correctos. Y que, por supuesto se distancien de lo que vaya a pensar un jurado o la organización, uno siempre tiene que deberse al espectador y valerse del lenguaje para intentar subirlo a una montaña rusa de emociones. Ése es el reto.
¿Cuál es tu película favorita?
Imposible quedarse con una. Pero en mi top ten entrarían películas como «Mulholland Drive» de David Lynch, «Donnie Darko» de Richard Kelly, «2001: una odisea del espacio» de Kubrick, «Blade runner» de Ridley Scott o «El séptimo sello» de Bergman.
¿Qué director de cine han influido en tu trabajo?
Hay tantos… En mis inicios Julio Medem, Almodóvar, Tim Burton, David Lynch, ¿He nombrado a Kubrick? En la actualidad sigo con especial atención a David Lowery, Edgar Wright, Nicolas Winding Refn o Yorgos Lanthimos.
Pedro, como sabes nuestra revista es literaria, así que nos es obligado preguntarte ¿cuál fue el primer libro que leíste?
De niño (no fue el primer libro que leí, pero sí el que más me marcó), Mira y vuelve a mirar de Jill Paton Walsh. Una fábula sobre una niña que tenía el don de mirar las cosas dos veces. Incluía a un barquero en alta mar, espíritus a bordo de la barca, moraleja y páginas ilustradas a color. Toda una declaración de intenciones del tipo de historias que quería expresar ya de pequeño. De adolescente, el libro por excelencia fue La historia interminable de Ende.
¿Y que le impactó?
Me fascinó su edición a dos tintas, roja y verde, que no sólo dividía las historias que se sucedían en paralelo, sino que le daban una estética única a la narración. Las ilustraciones al principio de cada capítulo, también el hecho de que Ende lograba en un momento dado hacerte actor principal de la novela y la forma en que empatizabas con el protagonista… Ahí sigue, anclado en mi memoria como si fuera el primer día que abrí sus páginas.
¿Quién es tu escritor favorito?
Ray Loriga. Cuando Tokyo ya no nos quiere cayó en mis manos, descubrí una nueva forma de literatura. Loriga me cambió la forma de entender la narrativa, por lo menos la que yo consumía de adolescente. Ese libro me impulsó a hacerme con toda la bibliografía del autor, que continúo coleccionando desde entonces. Sin ir más lejos, la semana pasada compré Cualquier verano es un final, su última obra publicada y mi próximo libro en la pila de lectura.
¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer?
Al protagonista de Las puertas de Anubis de Tim Powers, el profesor de literatura Brendan Doyle. Especialista en la vida y obra de poetas románticos como Coleridge o Lord Byron, viajero en el tiempo, enemigo de hechiceros malvados y testigo directo de algunos acontecimientos históricos relevantes en El Cairo o Inglaterra, en diferentes siglos. Seguro que una tarde de charla nos daría para unos cuantos cafés.
¿Y personaje histórico?
Leonardo da Vinci. Un genio visionario y uno de los creadores artísticos más prolíficos de la historia. Porque no se trataría de conocer a un niño prodigio en una sola materia, sino que podías estar hablando a la vez con un pintor, escultor, ingeniero, filósofo, músico, inventor, arquitecto, físico…
¿Alguna manía a la hora de escribir o leer?
No especialmente. Para escribir me gusta evadirme con música. Ninguna en concreto, sino la que se adapte mejor a la escena o el relato en cuestión. Es una forma más de inspiración. Una banda sonora apropiada ayuda a visualizar mejor, a proyectar, me lleva en volandas de una acción a otra.
¿Y tú sitio y momento preferido para hacerlo?
Firmo leer o escribir en cualquier parte, mientras sea de noche y a ser posible con lluvia.
¿Nos puede decir algo de tu siguiente proyecto?
Pues estoy ultimando mi primer guion de largometraje. Es de un tono más oscuro que lo que se ha podido apreciar en El ídolo o Estepas, una película ambientada en la Valencia de finales del siglo dieciocho y de género fantástico. Espero que algún día podáis disfrutarla.