Entrevista a F.J. Klàver

Autor de Balada triste de Amara Park su ópera prima, que fue presentada en la feria del libro de Frankfurt junto a Michaela Arnold editora BoD.

Hola Javier, bienvenido al Gato Negro. Antes de comenzar la entrevista le queremos agradecer que nos conceda esta entrevista.

Javier, ¿quién es Javier? ¿qué nos puedes contar de ti?

Soy una persona anónima, con una cierta inquietud lectora y muy curiosa por naturaleza. Si quieres un perfil más completo te diré: “Pocas de las cosas que he hecho en esta vida tienen que ver con las anteriores”.

F.J.Klàver nació en San Sebastián- Donostia en 1967, corrió, y corrió mucho por sus calles cuando la transición, pasó parte de su infancia en Villafranca de los Barros (Badajoz) para volver a su ciudad natal. Después de  unos años en  Barcelona y Madrid  vuelta a casa.

Si me preguntan por mi biografía de autor les diré que Balada triste de Amara Park es mi ópera prima, y a decir verdad, pienso que puede ser la última, si ustedes no lo remedian.

Balada Triste de Amara Park es tu primer libro, ¿qué nos puedes contar del libro?

Se mezclan dos historias, por un lado está el narrador, que al principio tiene un protagonismo relativo y a lo largo de la novela su importancia va creciendo conforme aborda el caso que está intentando resolver. Por otro lado el hilo argumental de la novela es simple, en el año 2.000 ocurrió un incidente en San Sebastián, el sólo hecho de averiguar cuál fue lleva 150 páginas,  pero merece la pena. Es un hecho tan insólito y sorprendente que tiene a medio mundo buscando la solución. Algo sin parangón, de tal forma que la cosa queda olvidada, exactamente veinte años hasta que Ricardo Churruca, un hombre con una enfermedad terminal y en tiempo de COVID decide encontrar la solución a todo ese embrollo.

«Odio las películas que en el minuto quince ya sé quién es el bueno»

¿Qué te llevo a escribirlo?

Siempre me ha gustado escribir, si bien era consciente que una gran historia merecía unos personajes y una trama en condiciones. En Balada Triste de Amara Park ambos conjugan y cuando me surgió la idea al pasar por delante del parque donde he paseado a mis hijos durante tantos años la idea me vino a la cabeza de repente.

Por otro lado siempre me han gustado las películas y los libros cuyo desenlace sea incierto, que el lector sienta que a pesar de todos los argumentos que se van planteando él va navegando sin rumbo hasta el desenlace de la trama, que generalmente es al final.

Odio las películas que en el minuto quince ya sé quién es el bueno, quién el malo y cómo va a terminar. Lo intento evitar a toda costa.

¿Qué se va a encontrar el lector?

Se va a encontrar muchas sorpresas, pero lo que engancha (según los lectores que se han manifestado ya a lo largo de estas semanas) es que los personajes son reales, son padres, madres y niños que deambulan por el parque, es fácil que cada lector en su intimidad les esté poniendo el nombre de gente que conocen en la realidad. Luego ocurre el famoso incidente, éste ha sido guardado hasta la segunda parte de la novela,(que contiene 3) esto descoloca y genera cierta ansiedad, no puede ser que aquello que se ha estado cebando durante tanto tiempo sea tan sorprendente. En la tercera parte, con el conocimiento de los personajes (1) y del incidente (2) sólo queda ver cómo se las ingenia nuestro relator para intentar dar con la clave de lo que pasó y cómo se pueden encauzar las vidas de las personas que se vieron implicadas. 

Sabemos que Balada Triste de AmaraPark ha estado en la feria del libro de Frankfurt, ¿qué nos puedes contar de esta experiencia?

Fue fantástica. Primero porque fui con Michaela Arnold mi editora BoD, cuya labor fue hacerme todo lo más fácil posible.  Vivir la experiencia de la mayor feria del libro es algo inigualable, además España era el país invitado con su lema de un un país con una imaginación desbordante, y eso me gustó, porque si algo me han dicho a través de la novela es que es un chorro de imaginación.

Volviendo al tema, me gustó la participación de la gente, que hubiera muchos lectores españoles afincados en la ciudad y que vinieron a saludarme, algunos hasta me dijeron que de pequeños habían jugado en el parque donde se desarrolla mi novela. ¿te imaginas? Andas en un sitio lejano y siempre hay gente cercana a ti.

Javier, ¿cuál fue el primer libro que te impactó y por qué?

Soy muy seguidor de Stephen King, sobre todo de las novelas que son más psicológicas que terroríficas, la Larga Marcha por ejemplo sería un buen ejemplo, pero Tenemos que hablar de Kevin, (de Lionel Shirver), o el Curioso incidente del perro a media noche (Mark Haddon) que son novelas totalmente diferentes también forman parte de mi top 10.

¿Quién es tu escritor favorito?

 Me gusta mucho la comida, es muy difícil decidir cuál es mi plato favorito, yo siempre digo, ¿para comer todos los días?¿para una cena especial?¿para compartir con los amigos en una sociedad gatronómica? Con los autores me sucede lo mismo, al final mi estado de ánimo es variable y por lo tanto te podría comentar que Stephen King entra dentro de lo que más me gusta, pero escritores como Chester Himes en la novela policíaca, o Charles Bukouski me encantan, pues me da la impresión que escriben sin preocuparse mucho por las formas, son así y así es su literatura, me encantan. También Haruki Murakami funciona en esa dinámica, escribe a su forma, al que le gusta pues bien, sabes que tienes que  adaptarte a su estilo narrativo, si no mejor búscate otro.

«Escribo a borbotones, como cuando ves una cascada caer de un alto. Mis ideas van surgiendo una detrás de la otra y no tengo rapidez suficiente para ir apuntándolo todo»

¿Qué personaje de un libro le hubiera gustado conocer?

Ricardo Churruca, sin lugar a dudas.

¿Y escribir?

Me hubiera encantado escribir sobre el bravo soldado Svejk de Jaroslav Hasek, cuando llegué al final de la novela y vi que estaba inacabada se me ocurrieron varias tramas que le hubieran venido al pelo. Hoy en día un tío tan tonto como él estaría triunfando en cualquier país al que podamos ponerle nombre, de hecho en algunos han llegado hasta las más altas esferas. 

¿Qué personaje histórico te hubiera gustado conocer?

Alguna mujer desconocida, de tantas que hubo y dieron tanto por la humanidad, de esas que aún hoy pasan desapercibidas. Me da mucha lástima que siempre acabemos en los tópicos, Napoleón, Hitler, Cleopatra, ¿qué hay de aquellas que en la sombra hicieron el trabajo de sus maridos? Esas son las personas que me interesan, el resto se lo dejo a los historiadores.

¿Alguna manía a la hora de escribir o leer?

Escribo a borbotones, como cuando ves una cascada caer de un alto. Mis ideas van surgiendo una detrás de la otra y no tengo rapidez suficiente para ir apuntándolo todo. A veces me surgen a altas horas de la madrugada, me levanto, me pongo a escribir y no  paro, pueden ser diez minutos o dos horas. Cuando repaso los textos me doy cuenta que la idea sigue ahí pero que la forma es horrorosa, todo seguido, sin apenas puntuación, es como cuando ves que el metro va lleno hasta los topes y llegas tarde, hay que entrar como sea, luego ya te arreglarás el pelo y la corbata, pero debes estar dentro.

¿Y tú sitio y momento preferido para hacerlo?

Lo dicho, no existe, a primera hora de la mañana o a última de la noche, cuando surja.

¿Algún libro o autor que te ha influido en tu trabajo como autor?

Somos parte de lo que leemos, te paso un texto que lo escribí en su día, relata un poco que cuando llegamos a nuestra edad hay muchas cosas que te han influído, de algunas te  acuerdas, pero la mayoría aún cuando te han influido en la personalidad pasan totalmente desapercibidas.

¿Cuánto tiempo le dedica a escribir?

Depende de la fase de la novela. En general una hora al día entre semana y tres el fin de semana, pero esto es orientativo por lo que contaba anteriormente.

¿Nos puede decir algo de tu siguiente proyecto?

Cuando uno se implica tanto emocionalmente con una novela como Balda Triste se da cuenta que todo lo que venga detrás será una mera comparación con el proyecto. Pensaba dejar un año o dos de descanso, pues tengo una norma sencilla y compleja a la vez, cuando escribo no leo, no quiero que nada ni nadie me influya en el argumento. Me pongo bastante nervioso cuando estoy viendo una serie o película y la trama puede coincidir en algún aspecto con la novela, así que es como si me metiese en una clausura mental para no contaminar mi propia imaginación.

Desgraciadamente para mis intereses me han parado varios lectores por mi ciudad, a veces voy andando a hacer la compra, o a jugar al tenis, me dicen: ¿Cuándo va a salir la segunda? Dios mío que presión, y eso que soy un pequeño escritor local, sin mucho afán de grandes éxitos, sin embargo mi cabeza no para, siempre ocurre igual, un interrogante, una maldita idea que me carcome por dentro y me dice, ¡Ya lo tengo! Esta va a ser aún mejor, la idea es brillante, va a desconcertarle, lánzate…