Quiero reconciliarme con la vida, le debo muchas disculpas. Quiero reconciliarme con el dolor, sin regodearme en ello, que sea sencillo y efímero. Reconciliarme con lo pendiente, con lo dejado a medias... Perdonarme las lágrimas y debilidades, los reproches. Y seguir... luego de tantas caídas, aprendí que el piso también sirve para apoyarse y ponerse de pie. Lis López