¿Cuándo y dónde nació Jesús?
Lucas nos dice que Jesús vino al mundo durante el censo de Quirino. El historiador judío Flavio Josefo y el evangelista Mateo que fue en los últimos días del reinado de Herodes el Grande. Y sabiendo que el rey murió en agosto del año 4 a.C. Jesús tuvo que nacer alrededor del 4 al 6 a. C. aproximadamente. Así que Jesús nace antes que él mismo. Controversia que le debemos a Dionisio el exiguo, monje y matemático del s. V encargado por mandato del papa Juan I de calcular el nacimiento del nazareno para conmemorar la Navidad. Pero el monje se equivocó en el cómputo del nuevo calendario cristiano creando una situación complicada, inverosímil y embarazosa que perdura hasta hoy. Hay varias hipótesis para situar aproximadamente el nacimiento del Mesías, pero solo son conjeturas, ya que no hay texto bíblico, ni siquiera apócrifo, que concrete la fecha exacta de su nacimiento.
A decir verdad, lo más antiguo que se recuerda del Nazareno es su bautismo por Juan el Bautista. Anterior a esto hay un enorme vacío. Un hueco insondable en su biografía, ya que aquellos que llegaron a tratarlo en persona y fueron testigos oculares de su vida y ministerio, nada escribieron a cerca de su llegada al mundo, ni de sus primeros años de vida.
Entonces, ¿por qué el Nuevo Testamento nos relata episodios de su nacimiento?
De los cuatro evangelistas solo Lucas y Mateo escriben acerca de su venida al mundo. Pero son relatos contradictorios entre sí, con omisiones, errores de fechas, tergiversación de datos históricos y graves discordancias entre uno y otro que difícilmente salvan su credibilidad. Se deduce que fueron añadidos posteriores a los textos ya elaborados, en fechas tardías y por comunidades cristianas de la diáspora, una vez el Jesús humano pasó a convertirse en el Cristo Divino. Y como el salvador del mundo debía contar con un nacimiento prodigioso como corresponde a los mitos y héroes de la antigüedad; platón, Sansón, Hércules, Abraham, Julio Cesar, Alejandro Magno… y, además, tenía que pertenecer a la casa del rey David para hacer cumplir en él las profecías del antiguo testamento. Mateo y Lucas tejen historias echando mano de sucesos (algunos reales y otros prodigiosos) para dar cumplimento a los profetas de las antiguas escrituras (Miqueas 5,2).
Por ejemplo; Mateo sitúa a la familia en Belén como residencia habitual, donde nace el niño en una cueva. Tiempo después llegan unos Magos a adorarlo (de los que no da nombres, cuantos eran ni procedencia concreta), desatando la ira del rey Herodes el Grande, quien manda a asesinar a todos los niños menores de dos años (matanza de los inocentes). Entonces la familia huye a Egipto por aviso de un ángel y, cuando vuelven, una vez muerto Herodes, se quedan en Nazaret de Galilea para evitar al sanguinario Arquelao, hijo de Herodes y tetrarca del reino de Judea (Belén).
Por su lado, Lucas, sitúa a la familia en Nazaret, pero debido al censo de Quirino, viajan a Belén, donde nace el niño en un pesebre, que no en una cueva. Lo presentan al anciano Simeón en el templo quien lo reconoce como el salvador y también a la profetisa Ana. Dos meses después, cumplida la ley mosaica de purificación, vuelven a su casa, Nazaret, y cada año viajan a Jerusalén para participar en las fiestas del templo hasta que el niño cumple siete años.
Tenemos que el Censo de Quirino del que habla Lucas, que no Mateo, no tuvo lugar cuando nació Jesús, sino 10 años después, según apunta Flavio Josefo. En cuanto a la matanza de los inocentes no se sostiene de ninguna manera bajo la mirada histórica y la lógica. Por un lado, no hay en los anales históricos de la Roma imperial un solo documento que hable de esta terrible hazaña. Y de haber existido, Flavio Josefo (quien escribió ampliamente sobre Herodes en sus 3 volúmenes citando puntualmente los crímenes cometidos por del monarca) no hubiera pasado por alto un genocidio de tal calibre. Tampoco cabe en cabeza alguna que Herodes el Grande no hubiera apresado a los Magos en su propio territorio o hubiera mandado sus tropas a Belén para capturar al recién nacido. Por el contrario, opta por una matanza sin sentido, pero con calcada similitud a la X plaga de Egipto que acabó con los primogénitos.
Tanto la exegesis bíblica como los historiadores convienen en que Jesús nació en Nazaret, no hay un solo pasaje bíblico en el que se le nombre por Jesús de Belén. Pilato puso sobre su cabeza el epitafio de Jesús de Nazaret, rey de los judíos. Y el evangelio de Juan dice que muchos dudaban de que fuera el Mesías porque no había nacido en Belén. «¿A caso va a venir de Galilea el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de la ciudad de Belén? En cuanto al 25 de diciembre es reconocido por la iglesia católica como una fecha arbitraria para cristianizar los festejos paganos en honor al dios sol Invicto.
En los primeros siglos de nuestra era había una pluralidad enorme de cristianismos, la gran mayoría de ellos derrotados por la iglesia católica una vez se instaura en Roma como única y verdadera. Y de esa pluralidad había credos y reflexiones sobre Jesús muy diferentes, de las que nacieron también los evangelios apócrifos. El afán de los evangelistas por afirmar que Jesús de Nazaret nació en Belén es un constructo teológico; una vía de arranque en el camino hacia su conversión en Dios. Los relatos del nacimiento de Jesús cristalizan unos 80-83 años después de su muerte, y son escritos probablemente fuera de Jerusalén, en comunidades judeocristianas de la diáspora. Antes de ese tiempo no existía biografía de su nacimiento ni infancia.
Domingo Terroba hace su debut literario llega con Tardes con Lázaro, novela coescrita y editada por Random House. Traducida al portugués y publicada también en Brasil. Durante su estancia en Norte América escribe Recuerdos de otra vida, relato entre ficción y rasgos biográficos. Una vez en Edimburgo, ciudad donde vive ahora, desahoga sus altibajos emocionales escribiendo Oculto en la memoria, volcando en la piel de sus personajes los tormentos a los que le somete su mente. Thriller que acaba de publicarse en el mercado anglosajón con el título Where The Secrets Are Hidden. A los ojos de Dios es su segundo thriller. Trama dramática con fuerte dosis de suspense, donde la fe judía y el complejo mundo de la mente conducen al lector por escenarios oscuros, extraordinariamente angustiosos. Trauma es su libro más reciente. Novela inquietante que mantiene al lector en vilo desde las primeras páginas.