
«Antes de dormir/es sagrado/medir suavemente/el electrocardiograma natural/de mi corazón/que reposa sobre el tuyo». Los versos se encuentran en el libro de Leonardo Lastilla Incantesimi y despliegan su dirección emocional en el seductor hechizo de la vida. Leonardo Lastilla aboga por la práctica del lenguaje poético como el arte de combinar el encanto del verso con el deseo de evocar la evocación de una entidad, capaz de describir un ritual de sugestiones en el efecto de la conversación con otro, el receptor de la correspondencia introspectiva. Renueva la fórmula alquímica de las intenciones, influyendo en el viaje del alma, transitando el sinuoso laberinto de la felicidad y la lúcida tortuosidad del dolor, en la persistente oscilación entre la ambigüedad del comportamiento psíquico, la exhortación de la mente y la desilusión del corazón. «Incantesimi» capta la dinámica humana en las metáforas de los deseos, en la identidad de lo imaginario y la brecha con la realidad. Abarca la conciencia, el valor intrínseco y ambivalente de todo remedio simbólico, una medicina para el espíritu que alivia el dolor humano pero contamina su integridad.
El autor analiza la dualidad filosófica del ser, calibra sus versos en la fascinante percepción de la verdad, moldeando las impredecibles consecuencias de la ficción, trascendiendo la mistificación afectiva. Enfatiza el indomable desconcierto de la conciencia existencial, prisionera de la manipulación de actitudes efímeras y la inconsistencia de las creencias. Elabora el significado moral de las acciones para reflexionar con lucidez sobre la naturaleza del conocimiento y la enigmática inclinación altruista. La poesía de Leonardo Lastilla se nutre del juego dialéctico, utilizando un lenguaje refinado y rico en matices especulativos, en la vena retórica y literaria de su contenido. Analiza el efecto irónico y disruptivo, encendiendo sus composiciones poéticas en una parábola sensible arraigada en el asombro de una mirada cínica al mundo, en el aliento de cada asombro que es igualmente un signo de alivio y consternación.
Leonardo Lastilla explora el estado interior, recorriendo los contornos indefinidos del nihilismo. Destaca la desconfianza en las relaciones sociales, rastreando pistas contemplativas hacia el sufrimiento, la melancolía y el desencanto, dejando atrás el surco de la esperanza en la frontera de una suspensión de la decepción y la desconfianza, la inexorabilidad del vacío y la aniquilación de las ilusiones. El libro presenta al lector profundas reflexiones sobre la estética de una mímesis que cuestiona la fragilidad y la soledad, las misteriosas profundidades del yo y la celebración del paradigma sublime. Anuncia la conciencia de los límites, absorbe la custodia de los momentos fugaces sobre los obstáculos y las incógnitas de las expectativas. El poeta traduce el ineludible fluir del tiempo, su inadecuada imperfección, describe la atractiva armonía de su propia voz y comprende el origen soberano de la persuasión comunicativa. Transmite la oportunidad elegíaca de una revelación poética entre la adulación y el engaño, en el matiz de la palabra, libre para cautivar al lector.
Rita Bompadre – Centro de Lectura Arturo Piatti