Un ejemplo perfecto de cómo la literatura nos transporta. En esta novela, la autora nos invita a sumergirnos en el espíritu navideño de Londres.
La lectura es mucho más que descifrar palabras en una página; es una invitación a explorar mundos nuevos, a descubrir culturas lejanas y a vivir experiencias que, quizás, nunca podríamos experimentar de otra manera. Los libros nos permiten viajar sin movernos del sofá, sin necesidad de hacer maletas ni de pasar controles de seguridad. Cada página es un billete hacia la aventura y el descubrimiento, y cada autor, un guía que nos acompaña en este recorrido.
Cuando leemos, nuestra imaginación se despierta y nos lleva a lugares insospechados. Podemos pasear por las calles empedradas de un pequeño pueblo francés, navegar por mares tempestuosos o, simplemente, observar la vida cotidiana de una ciudad que jamás hemos visitado. Es así como leer se convierte en la forma más accesible y rica de viajar. Nos permite vivir otras vidas, comprender otras realidades y enriquecernos con cada historia.
Un ejemplo perfecto de cómo la literatura nos transporta es Una Navidad londinense de Mónica Gutiérrez. En esta novela, la autora nos invita a sumergirnos en el espíritu navideño de Londres, una ciudad que se viste de gala durante el mes de diciembre. La trama nos lleva a recorrer sus calles iluminadas, a disfrutar de la atmósfera de sus mercadillos y a sentir el bullicio de las tiendas repletas de regalos y adornos.
Tocadas por la nieve, el aleteo de los petirrojos y las luces navideñas, las calles londinenses se convierten en el escenario de una extraña y alocada búsqueda del tesoro. Thiago y Violet deberán completarla mientras lidian como pueden el uno con el otro, con los recuerdos y la sorprendente visita de dos espíritus tan dickensianos y divertidos como misteriosos que les obligarán a replantearse el sentido de la Navidad. Es 24 de diciembre y Thiago Heide, el embajador español en Reino Unido, se ha ofrecido voluntario para trabajar en Nochebuena, pues nadie le espera para cenar. La misión diplomática, recoger un fósil del Museo de Historia Natural. Sin embargo, todo se complica cuando conoce a Violet Redbreast, la paleontóloga apasionada que le anuncia que, tras una tonta confusión de su superior, el preciado objeto se ha extraviado.
Thiago Heide, el embajador español en el Reino Unido, un hombre solitario que se dedica completamente a su cargo. En un giro peculiar, acepta la misión de reunirse en Navidad con Violet Redbreast, una apasionada paleontóloga del Museo de Historia Natural de Londres, para recuperar un cráneo de velocirraptor que se ha extraviado de un yacimiento en China.
Violet, quien ha tardado en descubrir su vocación, canaliza toda su energía en su trabajo, sacrificando sus relaciones personales.
Sin embargo, durante la Nochebuena, la tarea que parece sencilla se complica cuando el fósil no aparece, intensificando el estrés de Thiago y generando tensiones cómicas entre él y Violet, quien parece disfrutar burlándose de la seriedad de Thiago. La historia se enriquece con la visita de dos personajes especiales que agregan más enredos a la trama.
La historia, impregnada de calidez y esperanza, nos muestra cómo la Navidad puede ser un momento de encuentro, de reconciliación y de magia, incluso lejos de nuestro hogar. A través de los ojos de los personajes, podemos sentir el frío en la piel, el aroma a castañas asadas y la emoción de vivir una Navidad diferente. Gutiérrez logra que el lector sienta que está paseando por Oxford Street, que se detiene frente a los escaparates decorados y que forma parte del bullicio londinense. Gracias a la narrativa envolvente de la autora, viajar a Londres en Navidad es posible sin salir de casa. La novela nos permite empaparnos de la tradición inglesa, de sus costumbres y de ese ambiente único que solo una gran ciudad puede ofrecer en las fiestas. Al terminar el libro, uno siente que ha estado allí, que ha compartido una Navidad londinense y que ha vuelto a casa con el corazón un poco más cálido.
Leer es una forma maravillosa de viajar, de soñar y de vivir aventuras inolvidables. Libros como Una Navidad londinense nos demuestran que, a veces, basta con abrir una novela para dejarse llevar y descubrir el mundo sin salir de casa. Así, cada lectura se convierte en un viaje único, cargado de emociones, enseñanzas y recuerdos. La próxima vez que busques escapar de la rutina, recuerda que tienes un universo entero esperando entre las páginas de un buen libro.
Mónica Gutiérrez nació en Barcelona y es licenciada en Periodismo y en Historia. Ha sido galardonada con varios premios y menciones en concursos de narrativa breve y poesía, y desde hace unos años también escribe ficción, especializándose en novela feelgood.
Es autora de diez novelas: Una Navidad escocesa (2023), Club de lectura para corazones despistados (2023), Sueño de una noche de verano (2021), Próxima Estación (2020), El invierno más oscuro (2018), Todos los veranos del mundo (2018), La librería del señor Livingstone (2017), El noviembre de Kate (2016), Un hotel en ninguna parte (2014) y Cuéntame una noctalia (2012). Todas han recibido una calurosa acogida por parte de los lectores y cuentan con centenares de reseñas positivas en la red.
En la actualidad, desde su página personal (monicagutierrezartero.com) comenta lecturas, lleva a cabo actividades culturales de diversa índole y recoge las opiniones de los lectores sobre sus obras favoritas. Colabora como articulista en otros blogs e imparte un club de lectura para acercar los clásicos a los adolescentes.
