
Fotografía: Sofía Magán
Desde el humor y la ironía, el creador Pablo Alamá cuenta su propia historia de
transición todos los viernes de junio, del 13 al 27, en El Umbral de Primavera.
La obra pone el foco en la masculinidad trans, preguntándose qué significa ser
hombre y desde donde se construye el género y la identidad.
Pongámonos en un supuesto: año 2025, estás en la cena de nochebuena con tu familia y llega ese momento sobremesa en el que el ágape navideño se torna un debate de ‘59 segundos’. A un lado de la mesa tú, al otro tu cuñado. El tema a debatir, el universo Trans. Tu cuñado lanza una declaración de intenciones con una sola frase: «No tengo ningún problema con los trans, pero…». A modo de guía para principiantes, el creador Pablo Alamá muestra en Manual para follarse a un macho con vagina cómo lidiar con este tipo de situaciones.
La pieza, que podrá verse todos los viernes de junio (del 13 al 27) a las 22:15h en El Umbral de Primavera, es un relato auto ficcional en el que, desde el humor y la ironía, Alamá no solo trata de entender quién es a través de su propia historia de transición, sino reivindicarlo. Una historia personal como muestra de las distintas realidades del colectivo El creador valenciano ha tenido la oportunidad de dar vida a personajes que visibilizan lo trans en ficciones recientes. Muestra de ello es Rey en ‘La noche más larga’ (Netflix, 2022) o Pau en la película de Marta Nieto La mitad de Ana (2024), estrenada en la última SEMINCI.
Sin embargo, esta producción que lanza bajo el paraguas de CRÁTER, su propia compañía, nace de la necesidad por compartir una vivencia personal, para hacerla visible y activa dentro de un marco social en el que lo trans es motivo de debate público constante. «Las personas trans también podemos tener un hueco en este mundo, como creadoras, como personas que desean, como sujetos activos, visibles y sin nada que ocultar. Como no podemos esperar a que nos den ese espacio, nos lanzamos a crearlo nosotras mismas y conquistar lo que otros tienen por derecho innato.» Ha dicho el creador y performer.
Manual para follarse a un macho con vagina propone diluir los límites del género, abrazar la fluidez y generar empatía, pero también reivindicación. La obra habla de un colectivo desde la particularidad de una historia personal, que se muestra como una pieza más dentro del mosaico de realidades que existen en la comunidad. En este caso, hace énfasis en los hombres trans, que al igual que las mujeres lesbianas, siguen necesitando visibilidad.
El foco en la masculinidad trans El significado de ser hombre es uno de los motores principales de la pieza. Durante la obra se aborda cómo el género es algo en continua construcción. Así, Alamá dibuja desde la intimidad de su habitación adolescente ese viaje interno en el que comienza a proyectar su identidad hacia el exterior. Salir del armario, la hormonación , ligar como hombre o performar el género son algunos de los hitos que marcan esta historia en la que también aparecen los peligros de lo que implica transicionar y asumir una masculinidad que abraza lo femenino. «La inseguridad la encuentro a veces autoimpuesta, y otras veces es violencia que viene desde fuera: los procesos médicos y la burocracia son generalmente violentos para una persona trans, también puede llegar a serlo salir a comprar ropa interior e, incluso, el pan.» Dice Alamá.
Cráter es una compañía artística multidisciplinar con inquietud por nuevos lenguajes y estirar el significado de la palabra “teatro”. Es un lugar de exploración y libertad donde poder tratar temas que trascienden de lo personal a lo político y ponerlos en escena. Hay una mirada social, inclusiva y política, porque absolutamente todo es político. Todo ello huyendo de la pedagogía, dejando que el espectador o participante sea el que dé sentido a lo que se expone. Hay algo en la compañía de querer, simplemente, colocar una realidad que nos atraviesa para que el resto pueda verla. Con crudeza, humor y humanidad.