Recientemente ha publicado «París era una rumba» Zoé Valdés habla de la capital francesa que descubrió en 1983. Habla de la libertad que le enseñó la ciudad y de las sublimes tentaciones que enfrentó.
Hola, Zoé, bienvenida a nuestra revista. Recientemente has publicado París era una rumba, ¿qué te inspiró a escribir este libro y cómo surgió la idea inicial de la novela?
La inspiración de París era una rumba tiene que ver con los primeros cinco años que yo viví en París en los años ochenta, aunque reactualizados con ciertos aspectos de la ciudad que han sido transformados. El título tiene que ver con el libro de Ernest Hemingway París era una fiesta y con otro libro, el de Carlos Semprún Maura, El exilio era una fiesta. Aunque solamente apela a los títulos.

¿En qué medida la ciudad de París y tu experiencia personal influyeron en la ambientación y el desarrollo de la historia?
En una medida suprema, desde luego. La historia de este libro es esa relación de amor y pasión que yo establecí con la ciudad desde el primer minuto en el que pisé su suelo. Es esa relación íntima que los escritores y las ciudades mantienen como nutriente de la escritura.
¿Cómo fue el proceso de documentación o investigación para recrear la atmósfera de la ciudad y la época?
Como cualquier escritor había leído obras sobre París, los clásicos; los había leído desde Cuba, y me imaginaba la ciudad en unas dimensiones que cuando me hallé en ella jamás me defraudaron. Eso ha variado en la actualidad, entonces es que me he dedicado a como pasó con La Habana antes, a recorrer el pasado mediante los libros, los documentos variados de épocas anteriores, de los museos, los teatros, y los personajes que han dejado una estela imborrable, eterna.
¿Cuáles son los temas principales que quisiste abordar en París era una rumba?
El tema principal es la respiración de una ciudad, su pulso, su vida cotidiana; cosa que había hecho en novelas anteriores, aunque de manera indirecta u oblicua. Y yo conectada a ella por los pulmones también, por el pensamiento y el corazón. Sin París yo hubiera vivido de otra manera, mi vida habría sido otra.
«París era una rumba», son memorias noveladas, es un género típico de una literatura francesa muy específica; opté por ella porque necesitaba expresarme en francés desde hacía mucho, encontrar mi estilo literario en esa lengua.
¿Hay algún mensaje que esperas que los lectores se lleven después de leer la novela?
Prefiero que sean los lectores quienes decidan llevarse su apreciación personal sin que yo los impresione o influence en nada antes de que ellos hayan leído el libro.
¿Cómo abordas cuestiones de identidad, exilio y pertenencia en la obra?
El exilio permite que tu identidad y tu pertenencia continúen intactas, sin necesidad de imponer nada a los que tan generosamente te han brindado un espacio de vida. Permite que el respeto sea un recurso riguroso de inmersión en otra cultura y hábitos.
¿Por qué elegiste el título París era una rumba? ¿Qué significa para ti?
Está explicado en un capítulo del libro. Ocurrió un evento en los años ochenta, importante para Francia, Brasil, y para un puñado de cubanos y de extranjeros, visitantes, turistas, que nos hallábamos en París, y todo coincidió para que se hiciera una suerte de milagro. El título evoca ese milagro, y por supuesto hace dos homenajes, a Hemingway y a Semprún Maura respectivamente.
¿Cómo estructuraste la novela y por qué optaste por esa forma narrativa?
Son memorias noveladas, es un género típico de una literatura francesa muy específica; opté por ella porque necesitaba expresarme en francés desde hacía mucho, encontrar mi estilo literario en esa lengua, y por esta vía lo alcancé por fin. El libro está inspirado en mis diarios de la época, cuando yo empecé a garabatear mis primeras frases, pensamientos, y
¿Cómo ha sido la recepción de la novela entre los lectores y la crítica?
Excelente. En la Feria del Libro de Miami, en la que acabo de participar tuve un público numeroso que no está ligado especialmente con Francia ni con París, y sin embargo, la presentación generó mucho interés. En Francia, donde el libro vio la publicación por primera que en España, también ha sido interesante ver cómo se asombran que teniendo yo un estilo muy personal y muy marcado literario en español, haya conseguido también tenerlo en francés.
¿Has tenido algún comentario de lectores que te haya sorprendido especialmente?
Sí, me dicen que se ríen mucho, y que mediante la risa los he hecho reflexionar. Eso es un verdadero regalo para mí.
Para mí los libros son anhelos cuando los tengo en la mente para escribirlos, esfuerzo cuando ya han sido escritos y publicados.

Qué aprendiste sobre ti misma durante la escritura de esta novela?
Que puedo ser una escritora francesa también (risas).
Si pudieras cambiar algo del libro ahora, ¿qué sería?
Que Jean-François Fogel estuviera vivo en la vida real.
Zoé, ¿me podrías decir tres palabras que te definan?
Constante, estudiosa, rigurosa en la vida diaria.
¿Qué me puedes contar sobre ti?, ¿quién es Zoé?
Soy una mujer cubana, una madre cubana, soy una exiliada cubana.
¿Me podrías decir tu escritor o escritores favoritos?
Son muchos y diversos. José Martí, Dulce María Loynaz, Lydia Cabrera, François Rabelais, Víctor Hugo…
Sin París yo hubiera vivido de otra manera, mi vida habría sido otra.
¿Qué personaje histórico te gustaría conocer?
José
Zoé, ¿qué son para ti los libros?
Anhelos cuando los tengo en la mente para escribirlos, esfuerzo cuando ya han sido escritos y publicados.
Y ya para finalizar, ¿qué proyectos literarios tienes en mente para el futuro?
Un montón. Pero definitivamente dos que me traen sumamente atareada y que serán sorpresivos para los lectores, como lo fueron para mí cuando empecé a amasarlos en forma de ideas.

Zoé Valdés (La Habana, 1959) es escritora, cineasta y artista plástica. autora de una obra literaria (poética, narrativa, guionista, realizadora y productora de cine) y periodística durante más de cuarenta años, dedicada a la defensa de los DDHH en su país, Cuba, y en el mundo. Es profesora y conferencista, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Valenciennes, Chévalier des Arts et des Lettres de la République Française (1996), Médaille Vermeil de la Ville de París (2012), Vicedirectora y Redactora en Jefe de la Revista Cine Cubano. Es autora de ‘Todo para una sombra’ (accésit Carlos Ortiz de Poesía), ‘Sangre azul’ (primera novela), ‘La nada cotidiana’ (traducida a cuarenta y tres idiomas), ‘Te di la vida entera’ (Premio Finalista del Planeta, traducida a más de veinte idiomas), ‘Lobas de mar’ (Premio Novela Histórica Fernando Lara), ‘La eternidad del instante’ (Premio Torrevieja de Novela), ‘La Ficción Fidel’ (retrato del tirano cubano), ‘Querido primer novio’ (los campos de trabajo agrícola para niños y adolescentes), Premio Azorín 2013 con ‘La mujer que llora’, Premio Jaén de Novela ‘La Casa del Placer’ (2019) ‘Pájaro lindo de la madrugá’ (2019-2020), ‘Un amour grec’ (Arthaud, 2021) ‘La intensa vida’ (Berenice, 2022) y ‘En La Habana nunca hace frío’ (Berenice, 2023).
