
La escritora, bloguera y experta marketing Déborah F. Muñoz vuelve tras muchos años al género de la fantasía con No somos marionetas de los dioses. Y en segundo lugar, lo hace con otra novedad: es su primera incursión en la novela de fantasía adulta (o para todas las edades), después de multitud de relatos y novelas cortas enfocadas principalmente para un público juvenil y obras de otros géneros.
Casi a la par que un extraño llega al pueblo y que empiezan a salir a la luz secretos peligrosos del pasado, Datne descubre que tiene el don de la magia. Tendrá que aprender a usarlo a escondidas si no quiere morir o acabar a merced del Emperador. Pero su habilidad con la magia es tan extraordinaria como preocupante, y solo puede proceder de los dioses, que la han elegido para cumplir una misión legendaria.

Datne ni cree en los dioses ni está dispuesta a cumplir sus órdenes. Es más, hará lo que haga falta con tal de deshacerse de lo que la obliga a seguir adelante en esa misión y romper su conexión con las deidades. Aunque eso signifique encontrar aliados insospechados, como un traidor que ha sacado partido de su maldición, un rey que no quiere ser rey, criaturas fantásticas, los rebeldes que quieren restaurar el viejo orden… o las propias fuerzas del mal.
Estamos ante una nueva novela de Fantasía con mayúsculas en donde nadie está dispuesto a dejar que marquen su destino. No somos marionetas de los dioses es una vuelta de tuerca al viaje del héroe: el lector se encuentra con una estructura “tradicional” que, de repente, destruye todos los esquemas clásicos. También «se huye del maniqueísmo y de las verdades absolutas que predominan en esta clase de obras: ¿dónde están los límites del bien y del mal?, ¿y si los propios dioses no son lo que parecen?», cuestiona Déborah a los lectores.
Esta novedad literaria se lanzó oficialmente el 4 de febrero y posee irresistibles puntos fuertes. Acompañaremos al protagonista, Datne, una persona que «ni cree en los dioses ni está dispuesta a cumplir sus órdenes», tal y como describe la autora.
Completan esta nueva apuesta una serie de personajes complejos, cada uno con su propia agenda y motivaciones profundas. La “estética” del libro se sale un poco de lo medieval para acercarse a la del Siglo de Oro español, con escenas de lucha muy documentadas gracias a las clases esgrima histórica a las que asiste la escritora, que añade la posibilidad de “expandir” este nuevo universo literario con otras historias autoconclusivas y relatos escritos anteriormente por ella. Y un cruce secreto con el mundo de su otra saga de novelas, Incursores, que mezcla ciberpunk y magia. Todo un ejemplo de que No somos marionetas de los dioses es todo un desafío al género y un aplaudido regreso de Déborah F. Muñoz a la creación de Fantasía.
La autora
Déborah F Muñoz siempre amó viajar, ya fuera físicamente o a través de los libros y el cine. Lo hace siempre que puede y comparte su experiencia en su web, que es casi como un “diario” en el que habla tanto de sus viajes reales como los de la imaginación.
Para dar rienda suelta a su creatividad, escribe mucho, lo que le llevó a autopublicar tres novelas en papel Atrapada en otra dimensión, Viajera interdimensional e Incursores de la noche y una novela corta ilustrada, Eladil, además de relatos en decenas de antologías literarias. Luego, tras sacar Amigos o algo más con Divalentis (reeditado por ella misma siete años después), volvió a la autoedición con Enemigos o algo más, Incursores del ocaso y Amantes o algo más. A lo largo de su extensa carrera literaria, ha escrito cientos de relatos, y está recopilando los mejores en diversas antologías.
Además, ha incursionado en el género de la no-ficción con los títulos La oficina eficiente, Repostería para vagos y ¿Dónde está mi tiempo?, este último traducido al inglés.
Al tener esclerosis múltiple, está muy implicada en campañas que se hacen para combatir esta enfermedad y es voluntaria en ADEM.