Julio Viñuela Gavela. ©José Ángel Fernández de Córdoba
Julio Viñuela Gavela, pianista, compositor, dramaturgo, poeta y profesor. Fundador junto con Diego Da Costa de la compañía teatral La joie de la colina. Autor de la obra de teatro Ayer intente suicidarme, junto con Diego Da Costa, y El Lapso.
Hola Julio, bienvenido al Gato Negro. Antes de comenzar te queremos agradecer que nos concedas esta entrevista.
Julio, ¿qué nos puedes contar de ti? Sabemos que eres compositor y dramaturgo, pero ¿quién es Julio?
Nací en Gijón en una familia numerosa que me inculcó el amor por la cultura. Sentí fascinación por el arte a muy temprana edad. De entre todas las artes podría decirse que la música me robó el corazón. Descubrí en la palabra otra forma de música y el complemento perfecto para satisfacer mis inquietudes.
Estudié en un colegio entre Gijón y Oviedo y terminé en Oviedo la carrera de música en el conservatorio superior. A los 27 años me mudé a Madrid con amigos del conservatorio. Siempre me gusta decir que me tiré a la piscina sin saber si tenía agua. Fui encontrando diferentes trabajos que me llenaron de experiencias a la vez que ampliaba estudios musicales en la universidad autónoma de Madrid.
Trabajé como pianista en el hotel Eurobuilding, también dando conciertos con la asociación Filarmonía en Ávila de la que fui uno de los miembros fundadores. Mientras tanto también me salían varios “bolos” en Madrid y llevo unos quince años trabajando como profesor de música en la educación secundaria. También trabajé durante seis años en el CES Don Bosco impartiendo magisterio musical. Desde hace casi una década estoy vinculado a la asociación cultural china Do,Re,Mi dónde he tenido a mis mejores alumnos de piano. Con ellos he viajado a Hong Kong en un par de ocasiones para presentarlos a concurso internacional haciéndome sentir orgulloso.
Mi vocación hacia la escritura se despertó a la vez que la musical. He cultivado a la par ambas disciplinas, pero si que es cierto que esta segunda de forma más velada. Mi género favorito ha sido la poesía. Tengo cientos de poemas agrupados en varios poemarios que se remontan a la niñez. Algunos no los mostraré nunca, otros ya están publicados gracias a concursos. Mi intención es publicar en el futuro un buen cuerpo de toda esta poesía. O por lo menos los que pasen el filtro del momento en el que me gustaría compartir.
Hace tres años formé junto con Diego Da Costa la compañía de teatro La joie de la colina. Esta es mi última aventura creativa de la que estoy especialmente orgulloso. Me ha permitido disfrutar del trabajo en equipo, dar lo mejor de mí mismo, escribir, componer, producir y en pequeña medida dirigir. También me ha dado una familia. Con ella llevamos mostrando al público madrileño tres producciones. El Lapso es la última de ellas.
El teatro es el concierto de la literatura, y la música la literatura invisible de las emociones
El Lapso, es una pieza teatral que has escrito, y que actualmente se encuentra en el teatro Lara de Madrid ¿qué nos puedes contar de la obra?
Es una obra diferente a nuestras anteriores producciones. En ella toco el suspense sobrenatural y me ha presentado la oportunidad de sumergirme en el mundo del misterio, o la maravilla, que me apasiona.
¿Qué te llevo a escribirla?
Pues fue cobrando vida entre otras posibilidades, destacando entre otras alternativas. Hacía tiempo que deseaba hacer algo así.
¿Qué va a encontrar el espectador?
Una pieza oscura. Un interrogante. Una puerta que se abre hacia varias direcciones. Tendrá la oportunidad de ponerse en la piel de personas que viven lo imposible y luego darle sentido desde lo que lleve consigo al teatro como espectador.
Dramaturgo y compositor, ¿qué nos puedes contar de tu carrera como compositor?
Sobre todo, esta faceta la vengo desarrollando desde hace unos años con la composición para la compañía. La música en nuestras producciones juega un papel muy estudiado. Desde Ayer intenté suicidarme hasta El Lapso pasando por El Barrio. En el pasado he compuesto mucho para piano, música de cámara, música electroacústica y electrónica.
También sabemos que eres fundador junto con Diego Da Costa de la compañía Teatral La joie de la colina, ¿qué nos puedes contar de La joie de la colina?
La joie de la colina es para mí uno de los proyectos más ilusionantes de la vida. No solamente es una compañía de teatro, esto lo mostraremos en el futuro, queremos que sea un espacio cultural que, de pie a varias manifestaciones artísticas también en lo musical, lo literario y el mundo del cine. Es trabajo en equipo. Es familia. Es la sal y pimienta de nuestras vidas.
Julio, nuestra revista es literaria, así que nos es obligado preguntarle ¿cuál fue el primer libro que leíste?
No lo recuerdo del todo. El primer libro que dejó huella en mi memoria fue sin duda Drácula de Bram Stoker.
¿Y qué te impacto?
Me fascinó como estaba escrito. Me atrapó. El estilo epistolar me hizo empatizar especialmente con los personajes. La historia me mantenía en vilo mientras crecía la fascinación por su oscuro y romántico protagonista. Definitivamente caí subyugado bajo la influencia del vampiro.
¿Quién es tu escritor favorito?
Virgina Woolf
¿Y qué ha influenciado en tu trabajo como autor?
Me ha abierto la puerta a esconder la poesía tras la prosa materializando muchos canales de sensibilidad.
¿Y músico que ha influenciado en tu trabajo como compositor?
Son dos. Claude Debussy y Maurice Ravel.
Julio, ¿qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer?
Gandalf del libro El señor se los anillos.
¿Y personaje histórico?
Leonardo da Vinci
¿Alguna manía a la hora de escribir o componer?
Necesito un silencio casi absoluto, sentirme descansado y a ser posible soledad y naturaleza.
¿Y de leer?
Con silencio basta.
Julio, ¿qué es para ti el teatro?
Es el concierto de la literatura.
¿Y la música?
La literatura invisible de las emociones.
¿Nos puede decir algo de tu siguiente proyecto?
Sí. Remezclar la canción de El Barrio con Lorena René, publicar mi último poemario y escribir nueva obra de teatro.