
©Isabel Wagemann
La dependencia es mi primer poemario. Ha nacido un poco por casualidad.
Hola Eva, bienvenida a nuestra revista. Antes de comenzar te queremos agradecer que nos conceda esta entrevista.
Eva, ¿qué nos puedes contar de ti?
Nací en Oviedo, en 1991. Siempre he tenido dentro de mi una necesidad creativa que he desahogado a través del dibujo, de la danza y a través de la escritura. En mi familia hay mucho hábito de leer y mi casa ha estado llena de libros. Aunque siempre he escrito para mí misma, he tenido el deseo de poder algún día exponer algo al público y hacer sentir al menos a una persona lo que yo he podido sentir leyendo a otros autores.
¿Nos podrías decir tres palabras que te definan?
Sensible (con lo bueno y con lo malo), tranquila y leal.

Tu debut literario ha sido con La Dependencia, un poemario, ¿qué se va a encontrar el lector?
Se va a encontrar explorando a través de la poesía el ciclo de adicción a alguien, cuando amar es como una droga: el deseo irrefrenable, la lucha por soltar, los instantes de calma y el final inevitable.
¿Qué te llevo a escribirlo?
Escribir ha sido algo terapéutico para mí. Este poemario nació durante una relación con muchos altibajos emocionales, en los que escribir se convirtió en una necesidad. Al principio lo hacía solo para mí, sin pensar en un libro. Pero cuando esa relación se acabó y releí los poemas, me di cuenta de que ellos juntos contaban una historia (de emociones).
Nuestra revista es literaria, así que nos es obligado preguntarte ¿cuál fue el primer libro que leíste?
Bárbara contra el doctor colmillos, de Rosa Montero. Me lo regaló mi tía en Navidad cuando tenía unos seis u ocho años.
¿Y qué te impacto?
Descubrir el hecho de leer, de meterse en una historia. Recuerdo decirle a mi madre, emocionada, cuánto me había gustado leer. Entonces ella sacó de una estantería varios libros de la colección Los cinco de Enid Blyton.
¿Qué son para ti los libros?
Esa sensación que tuve, aquella primera vez que leí.
Para mí, la cultura es todo lo que nos permite desarrollarnos, crecer y entender el mundo
¿Nos podrías decir tu escritor o escritores favorito?
Es una pregunta difícil. Cuando descubres un autor que te gusta y comienzas a leer varios libros suyos, éste te parece tu escritor favorito. Pero al cabo de un tiempo te ocurre lo mismo con otro. Si puedo decir que le tengo un cariño especial a Jane Austen, que últimamente conecto mucho con Annie Ernaux y que Julio Llamazares siempre me ha impactado mucho.
¿Y que han influido en tu trabajo como escritora?
Me encanta la poesía de José Ángel Buesa y Elvira Sastre. Supongo que pueden ser una influencia en lo que escribo.
La dependencia es mi primer poemario. Ha nacido un poco por casualidad. Lo escribí para mí misma a lo largo de la relación que tuve con mi expareja y cuando escribí el último poema me di cuenta de que contaba mi historia. Lo he llamado así porque quería dejar claro que, aunque mencione el amor a lo largo del poemario, el eje de esa relación había sido la dependencia emocional que nos había mantenido atados y siento que era importante para mí visibilizar ese concepto. El poemario lo escribo desde un punto bastante íntimo y emocional.
¿Qué personaje de un libro le hubiera gustado conocer?
Scarlett O’Hara. Es un personaje excepcionalmente bien construido. Encarna un antihéroe de forma realista, con sus luces y sombras y además siempre me ha impresionado su fortaleza y capacidad de salir adelante.
¿Y personaje histórico?
La verdad, no hay un personaje histórico en particular que me hubiera gustado conocer.

¿Tiene alguna manía a la hora de escribir?
Sí, de hecho, sí. Cuando escribo poesía siempre necesito hacerlo primero en papel. Me gusta trabajarla ahí, con garabatos, tachones y correcciones a mano. Incluso si anoto una idea o frase en el ordenador, al final siempre termino desarrollándola en papel antes de darle forma definitiva.
¿Y tu sitio y momento preferido para leer?
La cama, antes de dormir.
¿Y para escribir?
El sofá de mi casa. No sé si es el mejor sitio para escribir, pero es donde me siento cómoda, me concentro y las ideas fluyen mejor.
Aunque siempre he escrito para mí misma, he tenido el deseo de poder algún día exponer algo al público y hacer sentir al menos a una persona lo que yo he podido sentir leyendo a otros autores
Eva, ¿cómo definirías la cultura?
Para mí, la cultura es todo lo que nos permite desarrollarnos, crecer y entender el mundo.
¿Crees que la cultura puede salvarnos de tanto despropósito que se están produciendo en la sociedad actual?
Sí, claro. Todo lo que nos ayude y aporte para desarrollarnos saca nuestra mejor versión, esa que sacamos al mundo.
Cuando escribo poesía siempre necesito hacerlo primero en papel. Me gusta trabajarla ahí, con garabatos, tachones y correcciones a mano
¿Nos puede decir algo sobre tus próximos proyectos?
Tenía una idea para desarrollar en narrativa que lleva tiempo rondándome la cabeza, algo que conecta mucho con este primer poemario, La dependencia, pero parece que la poesía sigue llamando a la puerta…y yo sigo abriéndosela.
Sobre la autora
Nació en Oviedo en 1991. Después de licenciarme en Medicina se mudó a Madrid. Actualmente trabaja en anatomía patológica, que es una especialidad médica que se dedica al estudio de las células y tejidos para llegar al diagnóstico de las enfermedades.
Siempre le ha gustado leer. Y además siempre le ha gustado expresarme de forma creativa por lo que le ha gustado escribir. Lo ha hecho a ratos. A veces poesía, a veces pequeños relatos y a veces ha habido algún intento que se ha quedado a medias de novela. Además, disfruta de la danza, una pasión que le permite expresarse desde otro lenguaje artístico. La dependencia es su primer poemario.